Agencias / Patria Nueva
Medios digitales de Miami han informado acerca de una operación encubierta del FBI (ya sabemos cómo son esas operaciones para fabricar culpables) que llevó a la presunta captura en esa ciudad de varias personas de origen cubano y venezolano bajo acusación de financiar las protestas violentas contra el gobierno de Donald Trump. Las detenciones fueron justificadas según el FBI en las "acusaciones" de manifestantes detenidos (¿torturados?) que indicaron que venezolanos y cubanos les habrían pagado para protestar.
Aunque de entrada se dice que agentes venezolanos y cubanos pagaron a manifestantes los viajes entre ciudades y sus gastos relacionados, al final de la mayoría de las mismas se dice que la Fiscalía de Miami y demás autoridades están tratando de establecer si quienes realizaron los presuntos pagos a manifestantes tienen vínculos con la inteligencia cubana y venezolana. Lo que revela la burda maniobra que hay detrás de todo el desaguisado.
"Había leído cosas estúpidas, pero esta le gana a todas. Dos países con sus activos congelados, con economías en aprieto ya nivel de subsistencia debido a la aplicación ilegal de sanciones y el robo de sus activos más valiosos, desafortunadamente para ellos en suelo estadounidense o colombiano, según el FBI han financiado la movilización de millones de personas en un país donde el pago diario es de unos 100 dólares, y en donde porsupuesto, nadie saldría a exponerse por un pago inferior a miles de dólares. Eso no es posible ni creíble. Cuba y Venezuela son víctimas como los afroamericanos asesinados por la policías estadounidense, no victimarios. Cuba y Venezuela no tendrían ni operadores ni capacidad financiera para movilizar en EEUU multitudes a cambio de un pago" señala un analista consultado quien pidió no mencionar su nombre.
Según refieren los medios de Miami, un grupo de personas detenidas por el FBI en Miami y otras ciudades de Estados Unidos durante las jornadas de protestas violentas el fin de semana, admitieron que recibieron pagos para participar de las manifestaciones de activistas de origen cubano y venezolano, indicaron fuentes.
Según refiere el Diario Las Américas, propiedad de venezolanos exiliados en Miami, "al menos dos de los integrantes de la brigada Che Guevara: Hellen Peña y Douglas Rangel, fueron identificados y cuestionados a través de videos en los que se les ve participando en las protestas en la ciudad de Miami, apenas unos meses después de haber participado en una reunión de esa agrupación internacional que tuvo por sede a Caracas, Venezuela, el pasado 15 de febrero y en la que ambos estaban presentes, según se les puede observar en fotos difundidas por una publicación del régimen de Nicolás Maduro".
Las acusaciones incluyen al amplio abanico de enemigos que EEUU ha declarado en el hemisferio: mapuches, sandinistas, cubanos, seguidores del Ché, etc.
"Definitivamente hay individuos asociados con Venezuela que pagaron viajes a personas a varias ciudades de Estados Unidos para promover el caos", dijo un informante que conoció de las investigaciones encubiertas.
Entre los detenidos se encuentran personas originarias de Haití, Venezuela, Honduras y Estados Unidos, detalló la fuente. Estas personas fueron interrogadas por agentes contra el terrorismo doméstico del FBI y admitieron haber recibido dinero de activistas para participar en las protestas.
"Lo que estamos viendo es una capacidad de acción para coordinar acciones violentas en contra de las instituciones, del Gobierno estadounidense y posiblemente con un apoyo del exterior, al menos en la parte logística. Las escenas que estamos viendo en Estados Unidos se han visto en América Latina, en Europa y en el Medio Oriente. En el caso de América Latina se han visto símbolos de Antifa en diferentes manifestaciones en Chile, en Colombia el año pasado y ahora estamos viendo símbolos socialistas en las manifestaciones en Estados Unidos, por lo menos es un simbolismo que están compartiendo, queremos ver si hay algo más", afirmó el experto en Seguridad Nacional, Joseph Humire, dijo al programa Conclusiones de CNN.
El jefe de la Policía de Miami, Jorge Colina, reveló, según Diario Las Américas que de los 57 detenidos el sábado 30 de mayo “44 viven fuera de Miami, ya sea en el condado Miami-Dade, Broward o Palm Beach”, pero siete de esas personas radican en estados como “Nueva York, Minnesota o Michigan”. Tal situación es parte de una conspiración según el mecionado diario.
Según los medios que solo citan frases ambiguas, las investigaciones a cargo de la Fiscalía de Miami continúan en curso porque al menos a dos de las personas detenidas se les encontró dinero en efectivo en montos importantes cuyo origen y destino no están establecidos, indicó el informante.
Varios de los detenidos son residentes de la zona de Miami conocida como Pequeña Haití, que admitieron recibir pagos para participar en los disturbios registrados en el Downtown de Miami entre viernes y sábado, dijo la fuente.
Las autoridades están tratando de establecer si las personas que realizaron pagos para promover disturbios, tienen lazos con agencias de inteligencia extranjeras, tanto de Venezuela como de Cuba.
"El gobierno estadounidense necesita satanizar el movimiento contra el racismo. Para ello se vale de la consabida receta de asociarlos con los enemigos que por años el gobierno se ha encargado de decirle a sus ciudadanos que son muy malos y convencerles con todo tipo de mentiras sobre las atrocidades que cometen y lo perversos que son. No es nuevo. Después vendrá la fase de exterminio y persecución. Eso tampoco es nuevo" señala un analista.
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